viernes, 12 de enero de 2018

La intimidad de mujeres militares en Israel a través de 10 fotografías.

Son más que un uniforme, son más que un cuerpo instrumentalizado por el Estado... ¿Quiénes son ellas?

La imagen de los militares, de los sujetos detrás de una función armada… ¿cómo construimos sus rostros?
Es más, ¿les ponemos facciones y tez? ¿O simplemente les quitamos toda identidad que les pueda acercar al ser hombres o mujeres?



En ese segundo punto, ¿cómo personificamos a una mujer de la armada? ¿Creemos que estas funciones son meramente masculinas? ¿A las mujeres que están en servicio les desproporcionamos de toda actitud femenina o a qué espectro les orillamos?

Nacida en Israel, la fotógrafa asentada en Nueva York, Mayan Toledano, produce fotografías a través de los momentos en la vida cotidiana de las jóvenes soldados israelíes en una serie que intenta explorar y acercarnos las identidades personales detrás de los uniformes. Que se esfuerza por aproximarnos al cuerpo y a la mente detrás de la función marcial.



La fotógrafa, quien sirvió como soldado en otro tiempo, genera imágenes de una historia personal; «Nací y me críe en Israel, pero tengo su sede en la ciudad de Nueva York. Quería retratar las realidades de los jóvenes adolescentes que entran en servicio obligatorio, independientemente de sus puntos de vista u opiniones políticas. Vemos a los soldados en los medios como una especie de personajes sin rostro, o, a veces, como el frente del conflicto, cuando lamentablemente el servicio en Israel no es una opción», expone para una entrevista en Ignant. Asimismo, desarrolla visibilidades para una narrativa común y poco explorada.



Desde aquellas imágenes en que se explora un espacio íntimo –el descanso, el arreglo personal, la selfie entre amigas, etcétera–, hasta algunas otras en que simplemente se permite la mirada cruzada entre sujeto fotografiado y espectador. Toledano es evidentemente estricta al retratar lo que se invisibiliza de la mujer al ponérsele una barrera política sobre el cuerpo; en este caso, un uniforme.



La fotógrafa dice en cuanto a esto: «Los trabajos profesionales para chicas en el ejército varían, pero de las que filmé hay una periodista que trabaja en el departamento de cultura en la estación principal de radio israelí, una es maestra que hace trabajo comunitario con jóvenes en peligro y dos son cineastas. Mi esperanza era capturarlas de alguna manera que resistiría la idea violenta de los militares, mirando a su juventud perturbada y su aburrimiento adolescente como una negativa a determinarse por objetivos que no comparten dentro del sistema. Fue una oportunidad para iluminar su realidad en mi propia mirada, personal e íntima, esperanzada y brillante. Lejanas de la forma en que se les ve en los medios, únicamente a través del lente de la guerra».

Las mujeres al servicio de la patria, sea cualquiera su lugar de origen o campo de ejercicio, son más que cuerpos tecno-instrumentalizados; son a fin de cuentas, seres humanos con trayectos de vida que se han permeado por una y mil razones para terminar en ese escenario que tanto juzgamos.

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