jueves, 4 de enero de 2018

30 fotografías íntimas de la s*xualidad de las mujeres en Japón.


La fotografía de Aizawa Yoshikazu es una mirada distinta al placer de una mujer; su visión, completamente japonesa, es una perspectiva distinta para el cómo entendemos la sexualidad y el placer en el cuerpo femenino.
De entre todas las tendencias del arte erótico en el mundo, nada como las manifestaciones lascivas en Japón. Si bien ésta no es tan vieja como en China o la de la India, por supuesto cuenta con un perfil bastante claro y distinto con respecto de los demás. La pregunta entonces es ¿cómo se dio esto y en qué residen sus maravillosas diferencias con el erotismo occidental?
Japón tuvo un gobierno obsesionado con la disciplina y el buen comportamiento por largos periodos que escapan incluso de nuestra historia; fue en dicho marco que surgieron mentes creativas y de innovación estética que, deseosos de mostrar sus inquietudes sexuales, revolucionaron la representación de lo lujurioso y suculento para la carne.
Desde el Shunga –la metáfora y fantasía pictórica-tradicional del sexo– hasta el Hentai, Japón ha evolucionado como ninguna otra región del mundo en cuanto al juego de representaciones visuales para el deseo y la consumación sexual respecta.











Es así como vemos con deseosa mirada a artistas contemporáneos como Aizawa Yoshikazu, un fotógrafo japonés radicado en Tokio que toma fotografías mayoritariamente de forma análoga. Voyeur, intimista y con un sentimiento muy japonés de minimalismo o filosofía zen, Aizawa es un fotógrafo que se centra en lo que ocurre dentro de un hotel, en la intimidad de una alcoba, pero no necesariamente en la fuga de un amor. 

Así como en algún momento se exploró la sensualidad –y la sexualidad– femenina en Japón en compañía de míticos y casi escalofriantes criaturas marinas, en la recreación de ciertas ideas o mitos sobre el placer y el pensamiento de la mujer, Yoshikazu analiza estos mismos ejes desde una nueva óptica.










La cultura en Japón siempre se ha caracterizado por la creación y desarrollo de sus propios conceptos en el terreno de la sensualidad; las imágenes de este fotógrafo realizan la misma acción. Dibuja sus propias rutas, construye sus propias definiciones y reta a la mirada tímida de Occidente con tal de mostrar otras perspectivas de la mujer entregada al apetito sexual.










¿Qué es el placer visto desde estas fotografías? ¿Éste sigue siendo el mismo sea vivido por la mujer en América, ya sea vivido por la feminidad en Asia? ¿La sexualidad busca exactamente las mismas definiciones o los mismos resultados tanto aquí como allá?





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